...que refresque el alma, dejarse llevar por nuestros sentimientos, por nuestros sueños e ilusiones y volar, olvidar la opresión del entorno. Olvidar que todo es como es y dejar que la realidad que se oculta detrás del espejo nos invada como un suspiro nostálgico. Liberarse de los pesados condicionamientos a los que somos sometidos. Nada de lo que parece, debe seguir siendolo. Solo ser, solo existir, ser parte de una circunstancia que no sea parte de lo cotidiano. Tratando de percibir la crudeza de los más mínimos detalles, sin sentirnos atacados, sin ser competidores, asumiendo que somos efímeros, efímeros, entre lo maravilloso que nos rodea. Calmemos la sed de control, con un manantial de sosiego, explorando los más profundos recovecos para encontrarnos con la tregua de nuestra deteriorada alma...
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Esta hablando de faaaaasooooooooo
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